Conoce las averías más frecuentes de las embarcaciones

Las averías que se ocasionan con mayor frecuencia en las embarcaciones están relacionadas con el corazón de las mismas,su motor, y se deben, principalmente a falta de mantenimiento.  Los barcos no son un juguete que usamos y abandonamos a nuestro antojo y por ello la dejadez debe estar prohibida dentro del vocabulario del marino.  Desde RCE Gasóleo Limpio, os contamos cuales son las causas que más averías ocasionan en los motores y la forma más sencilla de evitarlos.

• No usar repuestos originales. Cada fabricante toma en consideración al momento de diseñar una pieza en concreto y las necesidades particulares del motor para el cual ha sido creada. Por sólo los repuesto originales cubren todas las espectativas. No ahorres en el perejil, te costará caro..
• Bomba de agua vacía. Encender el motor en seco, ya sea solo por pocos segundos, puede perjudicar al rotor de la bomba de agua. Los rotores se sirven de la propia agua que impulsan como lubrificante. Puede que los daños no sean evidentes a la primera, pero con el tiempo se empiezan a notar las consecuencias.
• Desgaste de los manguitos de agua de refrigeración. Al no entrar suficiente agua fresca en el intercambiador, el agua del circuito directo circulará más caliente y aumentará la temperatura del motor. Piensa que le ocurre a tu coche cuando se rompe la correa del ventilador o te falla un manguito, pues en los barcos es muy parecido.
• Los ánodos. Los motores llevan ánodos en la hélice, eje o cola que son piezas de zinc que deben renovarse periódicamente y absorben la mayoría de corrosión electrolítica que atacaría al metal del motor. Los ánodos internos del motor normalmente se hallan en el circuito de refrigeración, cerca del intercambiador o del termostato. Hay que conocer su lugar y sustituirlos con cada cambio de aceite, porque si se desintegran por efecto de la electrólisis, pueden soltar partículas de metal que se introducirán en el circuito de refrigeración y anularán su eficacia.
• Corrosión.  Este mal ocurre por la humedad de la caja de motores, los goteos de las escotillas que cierran mal y el agua de la sentina, que agitada por una polea de ventilador rocía los elementos del motor. También las partes eléctricas sufren: motor de arranque cuando sus conexiones tienen fugas y le envían menos voltaje del que necesita; el alternador, que puede recalentarse debido a la presencia de humedad; y,  las bobinas y cajas electrónicas por el aire húmedo y salino. Se deben proteger todos estos elementos con espray protector, pero antes es imprescindible comprobar que las conexiones estén limpias en el punto de contacto (limpieza con papel de lija) y bien secas.
• Obstrucción del conducto del gasoil y envejecimiento del combustible. Estos dos últimos  fáctores son de los más común y generan buena parte las averías en los motores diesel. Si su depósito cuenta ya con varios años de antigüedad, habrá observado que en el fondo, se acumula un sedimento dañino cuya única solución es hacerlo desaparecer. 

Sistemas esenciales de vida a bordo

Asimismo, hay otro tipo de averías que pueden resultar tan incómodas e incluso tan graves como un fallo de motor. Por ejemplo, el mal estado de las jarcias, de velas, sanitarios, electrónica o radio…

Los imprevistos suceden, pero un buen mantenimiento evita la mayoría de ellos. Es necesario llevar un control del estado de la embarcación y hacer revisiones periódicas para que evitar contratiempos inesperados.

Es imprescindible tomar las medidas necesarias de conservación y prevención sobre todo en la época de inactividad de nuestro barco, para evitar problemas al ponerla nuevamente en marcha, tiempo después.  Este el momento idóneo para llevar a cabo trabajos rutinarios de mantenimiento de la mano de un especialista como RCE. Ya lo sabes cuando tu yatecito pase a dique seco danos un toque y acudiremos raudos y veloces a tu llamada.