Evita que la factura de calefacción te “deje tieso”

Prepárate para el invierno con RCE

Si en verano la factura del aire acondicionado nos deja tiesos, en invierno la factura de la calefacción nos congela hasta el bolsillo. No intentes ahorrar por el sistema cebolla, capas y capas de ropa, y aún menos, si hablamos de la calefacción de tu comercio o empresa. Lo único que conseguirás es tener a la mitad de la plantilla de baja permanente.

Sigue las recomendaciones de RCE y verás cómo se caldea tu cuenta y reducen los costes mes a mes.

Comprueba la presión

Con tu caldera en frío, comprueba que su presión sea de 1,5 bares. Si está a menos de 0,5 bar quizá ni siquiera se ponga en funcionamiento, debido a que tiene un presostato de seguridad que actúa por baja presión para evitar que nuestra caldera se estropee. Una presión muy alta también es mala ya que cuando el agua se calienta hace que la presión suba por encima de 3 bares, se active la válvula de seguridad y gotee.

Limpia el depósito

Si tienes una caldera de gasóleo es importante limpiar el interior y el tubo de la salida de humos de la caldera, así como su depósito. Eliminando los residuos que quedan en el mismo prolongas la vida de todo tu equipo.

Aunque no hay una normativa establecida como en la revisión de calderas, todos los especialistas y por supuesto, RCE, recomiendan limpiar el depósito de tu calefacción cada año o año y medio como máximo, con lo que consigues un ahorro de hasta el 30%.

Y los radiadores

Los radiadores funcionan por convección, “transporte” de calor por medio del movimiento de un fluido (el aire), de manera que el caliente sube y el frio baja, ocupando el lugar del anterior.

Este hace que el flujo de aire frío pase por dentro de las costillas del radiador calentando el aire y creando unas corrientes ascendentes de aire caliente que caldean la habitación. Por ello, para tener una corriente lo más fluida posible, aprovechar todas las calorías de nuestra instalación y hacerla eficiente, es muy importante tener bien limpia la parte interna del radiador. Una forma muy simple es utilizar un plumero, un aspirador, una vaporetta, etc.

Activa el termostato

Activa el termostato general y sube la temperatura para que salte y encienda la caldera. Ojo, una vez comprobada la presión y la limpieza de la instalación, hay que cambiar el selector de verano a invierno en el panel de la caldera con una temperatura óptima de trabajo entre 70-80ºC. Si utilizas un termostato digital, ¡comprueba las pilas!

Purga

Por último, comprueba que los radiadores se calientan uniformemente y no hacen ruido; si esto sucede es debido a tienen aire y debemos purgarlos. Se hace aflojando la válvula con un pequeño destornillador plano y haciendo salir todo el aire. Después de esta operación, comprueba nuevamente la presión de la caldera.

Y recuerda: prevención y limpieza, son los consejos de RCE para que ahorres, ganes en seguridad y evites sobrecargas con tu calefacción este invierno.